De portero a portero

Estimados porteros, me gustaría transmitiros el siguiente consejo para que, si les gusta, os lo grabéis a fuego.

Estoy regresando ahora mismo a Madrid después de un fin de semana atareado en una charla que he tenido que impartir, y la verdad que los momentos de viaje son los que me permiten pensar en lo que más me gusta, mis porteros.

Somos dueños de una casa llamada portería, un hogar que consta de elementos básicos: dos palos, un larguero y una red. Como podéis ver, un lugar que es tan simple.

Con esto me pregunto, ¿por que algo tan sencillo y fácil de cuidar nos lo complicamos, y salimos al campo a sufrir con nerviosismo, pánico y sobre todo miedo?

¿Por que algo tan sencillo nos lo complicamos?

Es inevitable que el ser humano tienda al error, pero chicos, aunque no lo crean, todos cometemos fallos: un médico puede cometer fallos, un policía puede cometer fallos, un entrenador puede cometer fallos.

Pero, ¿sabéis que es lo más importante de todo esto? Saber levantarse, saber aceptar el fallo (que es totalmente humano) y decirnos a nosotros mismos: la siguiente jugada voy a ser mucho mejor.

¿Sabéis lo que os digo? Prefiero tener porteros que fallen a porteros que no cometan errores, porque la esencia del aprendizaje se encuentra en el error.
¿Y sabéis lo que os digo? Prefiero porteros que se levanten y sigan luchando por sus sueños, a porteros que caigan y no quieran levantarse.
¿Y sabéis que es lo bueno? Que vosotros, chicos, sois lo primero, es decir, porteros que os levantáis y seguís luchando por lo que queréis: con coraje, valentía, sacrifico, y sobre todo respeto.

Pedro, entrenador de porteros del CDE Jugones.